Nutrición
Helados. Recetas con leche

El helado: un alimento histórico
El origen del helado se desconoce. En la antigua Roma se utilizaba la nieve y el hielo para la fabricación de bebidas y manjares fríos como los congelados, como llamaban a los helados. Así, por ejemplo, el emperador del Imperio romano Nerón hacía que le trajeran nieve de Los Alpes para que le preparasen este manjar tan refrescante (año 60 d.C).
Sin embargo, los primeros indicios del helado son en Oriente, y muchos piensan que lo inventaron los chinos, otros que fueron los babilonios, y otros los mongoles. De ahí se extendió a la India y las culturas persas y después a Grecia y Roma. Pero es ya en Italia en la Baja Edad Media cuando el helado se difunde por Europa1.
El papel de la leche en los helados
Los primeros y los más primitivos helados se elaboraban a base de frutas, pero posteriormente se fue incorporando la leche y sus derivados hasta llegar al helado que consumimos hoy en día y es que, si hay un ingrediente particular en un helado… ese es la leche1.
El aporte nutricional de los helados está directamente relacionado con su contenido en leche2. Y es que la leche, además de ser un alimento delicioso, es nutricionalmente muy interesante ya que es fuente de proteínas y fuente de calcio, necesario para el mantenimiento de los huesos y dientes en condiciones normales3. Tecnológica y sensorialmente, la leche le confiere al helado la estabilidad, la cremosidad y el sabor y olor característicos.
Helados a base de leche
Aquí os dejamos unas recetas de helados muy ricos, que pueden consumirse tanto en verano como en invierno, eligiendo productos de temporada, como las frutas.
Helado de leche, frambuesas y plátano
Ingredientes
- Plátanos (si te gusta dulce, ¡déjalos madurar!).
- Frambuesas.
- Leche.
¡Es un helado sencillo, natural y puedes elegir las frutas que más te gusten!
Preparación
- Pelamos los plátanos y los cortamos en rodajas para facilitar su trituración. Hacemos lo mismo con las frambuesas.
- Guardamos los trozos de fruta en un tupper y los congelamos durante la noche.
- Introducimos la fruta congelada en un bol junto con la leche y con ayuda de una batidora lo trituramos bien.
- Trituramos hasta conseguir la textura que más te gusta, añádele algún topping natural y ¡sírvelo en tu copa!
Sándwich helado
Tal y como has hecho el helado anterior, un helado cremoso y apetecible en cualquier momento, ahora presentamos otro igual de rico pero un poco más refrescante.
Combina de nuevo las frutas que más te gusten (o incluso puede ser sólo una), tritúralas, mézclalas con leche y bate hasta conseguir, ahora, una textura más densa y unificada. Y si quieres darle un toque más dulce, ¡añade cacao puro el polvo!
Con dos galletas, del tamaño que elijas (será el tamaño de helado) monta un sándwich con la mezcla anterior y congélalo.
De esta forma, cuando te apetezca un helado más fresquito sólo tendrás que ir al congelador de casa y… ¡voilà! Encontrarás el que tú preparaste de una manera tan sencilla y rápida.
1 Juri Morales, Gisselle & Ramírez-Navas, Juan. (2015). El helado desde la antigüedad hasta nuestros días. Heladería Panadería Latinoamericana ISSN 0328-4166. 233. 60-68.
2 Fundación Española de la Nutrición (FEN). Leche y productos lácteos: Helados. Acceso {24/10/2019}
3 Base de Datos Española de Composición de Alimentos (BEDCA). Acceso {24/10/2019}.