Nutrición
Intolerancia a la lactosa. Tipos y tratamiento

La lactosa es el hidrato de carbono principal en la leche de todos los mamíferos1.
En la leche materna está presente aproximadamente en un 7%, porcentaje algo superior de lo que se puede encontrar en la leche de animales rumiantes como las vacas, y durante el primer año de vida constituye una importante fuente de energía para los bebés2.
Con lo que respecta a su conformación, la lactosa está formada por dos azúcares simples, la glucosa y la galactosa, en los cuales se descompone a través de una reacción mediada por una enzima conocida con el nombre de lactasa.
La leche. Uno de los alimentos más completos
Casi todas las leches contienen el mismo conjunto de nutrientes, pero las proporciones de estas varían de una especie a otra. En general, la composición de la leche de cada especie cubre exactamente las necesidades nutricionales necesarias para el correcto desarrollo de la cría, y lo mismo ocurre con el ser humano. Por ejemplo, los animales que crecen con rapidez, como los terneros, necesitan amamantarse con una leche con un alto contenido en proteínas y minerales ya que un ternero va a duplicar su tamaño en 50 días9.
La leche de vaca es uno de los alimentos más completos para el ser humano, en su composición además de otras sustancias, presenta azúcares o hidratos de carbono9.
El principal azúcar de la leche es la lactosa, que a su vez está formada por dos azúcares: la glucosa y la galactosa. Para su correcta absorción, el ser humano necesita romperla en azúcares más simples y de esto se encarga la enzima “lactasa”.
¿Qué es la lactasa?
La lactasa es una enzima que rompe a la lactosa convirtiéndola en glucosa y galactosa. Esta enzima es fabricada por la mayoría de los mamíferos durante la lactancia y dejan de producirla tras el destete de la cría. Solo el ser humano sigue produciendo esta enzima a lo largo de toda su vida, aunque en pequeñas cantidades y, es por ello por lo que podemos absorber los azúcares de la leche.
Sin embargo, hay una parte de la población que no puede tolerar la lactosa, y por tanto no puede absorber los azúcares de la leche.
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
Es una reacción adversa a la leche en la que se produce una alteración de la mucosa intestinal debido a que el organismo no produce (ausencia total o parcial) enzima lactasa, por lo que no se puede metabolizar y absorber correctamente la lactosa. En las sociedades que no consumen productos lácteos, la producción de la enzima que metaboliza la lactosa desciende en un 90 % aproximadamente durante los primeros 4 años de vida. El mecanismo exacto por el que desciende la actividad de lactasa que se produce al finalizar la lactancia todavía se desconoce10.
¿Cuándo aparece la intolerancia a la lactosa y cómo se trata?
Aunque casi todos nacemos con capacidad suficiente para producir la cantidad necesaria de lactasa para poder digerir correctamente la leche materna, desde el destete y durante el crecimiento, la capacidad para producirla va disminuyendo, de manera que, en determinados casos, los niveles de lactasa producida son insuficientes para digerir la lactosa3. Es entonces cuando hablamos de sensibilidad o intolerancia a la lactosa4.
En este grupo de personas, la reducción de la ingesta de lactosa es la principal medida terapéutica5.
Hoy en día, gracias al avance de la industria y los procesos productivos, los pacientes que presentan intolerancia a la lactosa no tienen por qué renunciar al consumo de lácteos. En el mercado existen alternativas sin lactosa que les permiten incluir este grupo de alimentos en su dieta y beneficiarse de todas sus propiedades nutricionales de la leche6 , como las proteínas, el calcio o la vitamina D.
Tipos de intolerancia a la lactosa
Déficit congénito de lactasa: esta intolerancia es muy rara y poco común. El organismo no produce la enzima lactasa por una alteración genética que ocurre desde el nacimiento. El tratamiento es evitar el consumo de leche desde el nacimiento.
Intolerancia primaria a la lactosa: este tipo de intolerancia aparece en varias culturas como la asiática y la africana. Se dice que es una intolerancia inducida por el ambiente, ya que el niño se alimenta en un entorno donde el consumo de productos lácteos no es parte habitual de la dieta, o directamente no se consumen lácteos10.
Intolerancia secundaria: también llamada adquirida, es reversible, y ocurre de manera temporal. Ocurre como consecuencia de determinadas enfermedades que afectan al tracto digestivo como por ejemplo gastroenteritis, celiaquía, entre otras. También se puede producir por fármacos que afecten la mucosa intestinal como los antiinflamatorios no esteroideos10.
En función de la deficiencia de lactasa, la cantidad y el tipo de lácteos que se consuman, la gravedad y número de síntomas variarán de una persona a otra. El cuadro clínico típico puede incluir dolor abdominal de tipo cólico, distensión abdominal, flatulencia, pérdida de peso, desnutrición, retraso del crecimiento, diarrea, heces ácidas y, en ocasiones, aunque menos frecuente, náuseas y vómitos. En algunos casos disminuye la motilidad intestinal con estreñimiento11.
En el mercado existen leches sin lactosa que pueden ser incluidas en las dietas de las personas con intolerancia a la lactosa para conseguir cubrir las necesidades de calcio y resto de nutrientes que aporta la leche.
¿Cómo se obtiene la leche sin lactosa?
La forma más habitual de deslactosar la leche es a través de procesos de hidrólisis (rotura) de la lactosa en los dos azúcares que la componen. Dicho proceso se consigue mediante el uso de ß-galactosidasas solubilizadas en la leche o fijadas a un soporte. El sabor de la leche obtenida así es ligeramente más dulce ya que los azúcares están en su forma simple7.
En otros casos, la tecnología empleada se basa en la separación de la lactosa por métodos físicos como la ultrafiltración. A través de este proceso, diferentes membranas separan los componentes de la leche, dejando pasar a través de sus poros sólo a algunos de ellos (como la lactosa o el agua) y dejando el resto al otro lado8.
Como vemos, en ambos casos el producto obtenido permite que las personas intolerantes a la lactosa puedan digerir correctamente la leche y sus derivados. Esto les permite aumentar la variedad de su dieta y disfrutar del aspecto gastronómico que este grupo alimentario nos ofrece.
1Silanikove N, Leitner G, Merin U. The Interrelationships between Lactose Intolerance and the Modern Dairy Industry: Global Perspectives in Evolutional and Historical Backgrounds. Nutrients. 2015;7(9):7312-7331.
2Vesa T.H., Marteau P., Korpela R. Lactose intolerance. J. Am. Coll. Nutr. 2000;19(Suppl. 2):165S–175S.
3Kretchmer N. Lactose and lactase. Sci. Am. 1972;227:71–78.
4Fernández Bañares, F. Intolerancia a la lactosa definiciones y epidemiología (Capítulo 4). En: Argüelles Arias F; Casellas Jordá F, eds. Puesta al día en común en la intolerancia a la lactosa. 1ªed. 2017. Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD). p. 69-79.
5Malagelada Prats C. Pauta terapéutica de la intolerancia a la lactosa (Capítulo 8). En: Argüelles Arias F; Casellas Jordá F, eds. Puesta al día en común en la intolerancia a la lactosa. 1ªed. 2017. Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD). p. 117-125.
6Heaney RP. Dairy Intake, Dietary Adequacy, and Lactose Intolerance. Advances in Nutrition. 2013;4(2):151-156.
7Harju M, Kallioinen H, Tossavainen O. Lactose hydrolysis and other conversions in dairy products: Technological aspects. International Dairy Journal. 2012; 22(2):104-109.
8Limsawat P, Pruksasri S. Separation of lactose from milk by ultrafiltration. As J Food Ag-Ind 2010; 3: 236-43.
9 Harold Mcgee. La cocina y los alimentos. Enciclopedia de la ciencia y la cultura de la comida. 10 ed. España. Penguin Random House Grupo Editorial; 2017
10 Tipos de intolerancia a la lactosa [Internet]. FENIL Federación Nacional de Industrias Lácteas; [Acceso 28/06/2019].
11 Turnbull, J. L., Adams, H. N. y Gorard, D. A. Review article: the diagnosis and management of food allergy and food intolerances. Alimentary Pharmacology and Therapeutics, Vol. (41), 3-25. 2014.